EL CORAZÓN EN LA FRONTERA (Zo Brinviyer)

Os dejamos algunas imágenes del proceso de ensayos de este equipo


Ana Lucía Billate (actriz)


Antonio de la Fuente (actor) y Ana Lucía Billate (actriz)




Enrique Gimeno (actor)




David Rubio (actor) y Gabriel Andujar (actor)


Gonzalo Fuentes (actor) y David Rubio (actor)

TODO O NADA: La jaqueca se ha transformado en una gran tormenta de ideas (Laura Rubio)

Toca sentarse a escribir. Pero cómo sentarse después de que mis personajes ya hayan echado a andar.
¿De verdad no podría traérmelos a casa? Qué difícil se me hace escribir teatro desde la inmovilidad del cuaderno. Ése es el yugo del autor y también su periplo vital.
Con tiempo hallaré un final y un título. Tiempo al tiempo me repito y sin perder tiempo, abro la página En Blanco 09.
Hemos aprovechado el tiempo y nos hemos sabido aprovechar de él. ¡Vaya locura!

TODO O NADA (Laura Rubio)

Este proyecto surge como un conglomerado de múltiples necesidades dramatúrgicas.

1.Exploración del mundo de la enfermedad-salud mental desde el individuo y no desde las patologías.
Obviando esa creencia de que todos, en algún momento de nuestra vida, pasaremos por una enfermedad psiquiátrica y aceptando que el mundo está loco, mis locos habitan una Residencia donde nada es lo que parece y no es y es de forma simultánea.
2.Revisión de la Alicia de Lewis Carroll, algo que por lo visto, se ha puesto de moda, a tenor del inminente estreno de Tim Burton, varias reediciones del texto original y la última novela de Murakami. Alicia, otra “niña perdida” de nuestro imaginario, desea salir de sí misma para entrar-salir en el jardín del tiempo.
3.La paradoja en el lenguaje, en el espacio y en las relaciones.

Con estos parámetros, abríamos las sesiones con Laila. Temía no tenerlo tan claro; los autores sabemos más de lo que nos reconocemos, pero a veces necesitamos de unos oídos expertos que compartan nuestro caos. Desde el principio, la prioridad fue ir desentrañando el qué contar. Gracias al buen hacer de mis compañeros (locos todos con sus proyectos) me reafirmé en las tres líneas antes citadas, hundiendo lo accesorio.

BALANCE: varias escenas a ambos “lados del espejo” y una leve jaqueca por la firmeza del material.

Comenzaban los ensayos. Temía enloquecer a mi equipo inútilmente porque manejábamos dos líneas de acción, varios personajes por actor y una serie de particularidades que debían ir descubriendo en escena.
Por suerte, tengo a Óscar Miranda como director. Él sabe e intuye en qué farragosas aguas me he sumergido o al menos, disimula lo bastante bien para que no sufra un brote psicótico cada vez que alguien me plantea una duda.
Mi director me centra y me ayuda a tomar contacto con la realidad de escena. Paradójicamente, su objetivo era descolocarme con lo que se suponía atado. A veces, hay que “entusiasmarse” para poder aterrizar.
En una primera reunión, elaboramos una lista de temas en los que profundizar:
 Inocencia - pérdida de la inocencia.
 Decepción - ilusión en las relaciones humanas.
 Lealtad - deslealtad.
Revisaríamos lo escrito bajo la dicotomía: realidad- ficción.
También, seleccionamos algunas escenas para trabajarlas durante las sesiones. Escogimos una de la línea “Residencia”, dos de la línea “Alicia” y una última doble o bisagra de ambas.

El director les propuso trabajar sus personajes con un fuerte componente real e ir ahondando en la locura implícita de cada uno, fueran “locos o cuerdos”.
Me interesaba bastante explorar con el cuerpo del actor como un objeto, molestia y recipiente de enfermedad. El cuerpo del loco (locos todos los personajes y cada loco con su tema) encontraría su voz más allá de mis palabras. Lo más sencillo hubiera sido aplicarles una serie de síntomas externos extraídos del DSM IV. Pero con estos locos nada es fácil, de ahí su enorme interés. Ellos debían hallarse en conflicto con el otro durante las improvisaciones.
Buscaron su propia partitura de movimientos con y sin objeto, se pusieron en confluencia unos con otros y fueron, sin acaso ellos saberlo, convirtiéndose en: ALICIA, CHARLIE, CLARA, MARYLIN, ARTAUD, GÓMEZ, GESTOR, PADRE, MADRE, PALOMA... y eran distintos pero tan parecidos...
Con especial fascinación, presencié uno de los primeros ejercicios propuestos. Cada actor debía construir una imagen para su personaje siguiendo unas guías muy concretas: miedo, amor-odio, fantasía, deseo y enfermedad. Porque es cierto que todos tenemos miedo, todos amamos-odiamos, todos tenemos fantasías, deseos y enfermedades no del todo reconocidas. Incluso en el teatro o especialmente, en el teatro.
Probamos las escenas desde distintos puntos de vista en cuanto a ritmo, tiempos, espacio, peso, géneros, palabra-silencio. Haciendo y deshaciendo, construyendo y de-construyendo. Porque de eso se trataba, de volverme loca.
Ahora, días después del primer último ensayo, recojo las piezas del puzzle, las imágenes, las canciones y la energía. No me caben en los bolsillos ni en la cabeza.

INTRODUCCIÓN A FAIR PLAY (Antonio Rojano)


fair play: (n) juego justo, juego limpio...

Fútbol. O una cicatriz con forma de balón de fútbol. El opio del pueblo, citando perversamente a Marx. Arte, para algunos, y un sobrevalorado juego de niños, para otros. Un lugar cercano, común, lleno de tópicos y, al mismo tiempo, un caos extraño e incomprensible propio de otra galaxia. Fair play se aproxima al mito: una obra de teatro sobre el “deporte rey” –o eso dicen- que habla del ser humano. En los últimos tiempos, descubrimos que no es un juego tan sencillo como lo describen. El hombre está inmerso en él, es su protagonista, y por él caminan también las pasiones humanas. Amor, venganza, engaños y conspiraciones, vencedores y vencidos, escándalos, abusos... incluso muertes. ¿Estoy hablando de fútbol o quizás estoy imaginando una tragedia isabelina? No lo sé. Y mientras encuentro una respuesta, nace la necesidad personal de escribir esta obra.
Fair play se originó durante un encuentro de dramaturgos emergentes –ingleses y españoles- en las instalaciones del Royal Court Theatre de Londres durante el invierno de 2007. Allí nos plantearon escribir un texto acerca del poder y de su uso –o su mal uso-. Así nació Fair play, un breve texto que pasó directamente al cajón de mi escritorio. Quizás a mejor vida. Pero la idea no murió y fue creciendo lentamente durante todo este tiempo.
Apoyándose en la realidad, se fueron añadiendo otras piezas del puzzle. Sólo hay que observar durante cinco minutos al día la prensa deportiva –y, sí, también la prensa denominada seria- y comprobar que algo extraño está sucediendo con el fútbol: casos de corrupción, compra de partidos, nacionalismos, muertes fulminantes, fichajes multimillonarios, abuso de menores, etc. Algo está sucediendo con el fútbol... ¿Y no sería igual decir que algo está sucediendo con el hombre? Tal vez hay alguna relación si seguimos al pié las palabras de Camus: “aprendí del fútbol, lo que sé del hombre.”
Y sigo preguntándome, ¿por qué no se escriben obras de profundidad sobre este fenómeno social? ¿Acaso nos parece algo banal? ¿Acaso de las cosas sin importancia de nuestro mundo, el fútbol no es la más importante? Para algunos, cierto es que no, pero a veces pienso en aquello que escribió J.B. Priestley: “Decir que estos hombres pagaron para ver a veintidós mercenarios dar una patada a un balón, es como decir que simplemente un violín es madera y cuerda, o que Hamlet es papel y tinta.” Volvemos al teatro isabelino... y con razón.

Segunda edición becas "En Blanco"

Tras el éxito de la primera convocatoria “En Blanco 08”, la Sala Cuarta Pared ha iniciado su segundo programa dirigido a autores teatrales al comienzo de su carrera cuya finalidad es estimular la escritura de obras teatrales que se caractericen por la innovación y el riesgo. Para facilitar el proceso de escritura contamos en esta ocasión con la presencia de Laila Ripoll como coordinadora de los autores becados, y se están realizando sesiones prácticas de trabajo con directores y actores.

Creamos este blog con el fin de poder reflejar los diferentes procesos de los autores becados así como las experiencias de los directores y actores que están trabajando con ellos.

Autores becados "En Blanco 09"
Antonella D´Ascenzi - "Silenciadas"
Antonio Rojano - "Fair Play"
Fernando Epelde - "UD. está aquí"
Laura Rubio - "Todo o nada"
Zo Brinviyer - "El corazón en la frontera"